Dra. Mila Cahue

Bienvenidos a mi página web profesional/Welcome to my professional webpage

Te quiero… ahora, borra tu perfil de la red


¿Cuántas veces te ha ocurrido que, una vez que parece que empiezas a salir con alguien que has conocido en la red, te pide que borres tu perfil (o tus perfiles) de la web?¿No te ha pasado todavía? Pues es tan sólo cuestión de tiempo…

Ya os habéis conocido, ha habido química, habéis quedado en varias ocasiones, os gustáis cada vez más y os apetece pasar más tiempo juntos… Cariño, estoy tan bien contigo que no quiero conocer a nadie más… ¿Qué te parece si nos borramos de la página de contactos (o de cualquier otra red de amigos) en la que tenemos nuestros perfiles, fotos, etc.? Normalmente, se suele ceder a tal petición, pues nos encontramos con ella en los primeros momentos de la relación, cuando las endorfinas (las que nos hacen sentir tan bien) nos hacen perder el sentido, la visión y, en ocasiones, hasta la capacidad de decisión. Vale.

Pasan unos pocos meses más, aparece la habituación, baja el nivel de emisión de endorfinas, la pareja se va conociendo mejor, y descubre que no es oro todo lo que reluce, o, simplemente, que no es la horma del zapato que estaba buscando. Todavía se apuesta por que la historia salga adelante… hasta que ya no da más de sí. Entonces, se decide cortar la relación y buscar de nuevo, o hay algunos que empiezan a buscar sin atreverse a desdecirse de todas las cosas que dijeron en las bonitas primeras etapas, en las que se prometía la luna y se fantaseaba con la persona perfecta. Es duro admitir que, donde se dijo digo, ahora pretendamos que se dijo Diego. Para ligar hace falta práctica… y para cortar con elegancia, también.

De nuevo hay que volver a la red, abrir un perfil y empezar con los contactos desde cero. La pregunta que nos suelen plantear es: ¿es realmente lícito pedir a alguien con quien se lleva saliendo un tiempo relativamente corto que quite todo rastro de las páginas de relaciones?

Por hacer una comparación, es como si la pareja se ha conocido en un gimnasio, o en una discoteca a la que se suele ir con regularidad, bien para ligar, o simplemente para pasar un buen rato y conocer gente o estar con amigos, y hay que cortar una actividad que resulta placentera por la petición de una persona que, de momento, es simplemente un proyecto de relación, por muchos fuegos artificiales que se produzcan en las primeras fases.

La confianza se da, pero sobre todo, hay que ganársela. Que la persona con la que estamos borre su perfil o no de la red puede ser relevante solamente hasta cierto punto. Es decir, si todo va bien, si la nueva pareja funciona, lo más probable es que ninguno de los dos siga utilizando su perfil para seguir tanteando con nadie más. Y si estamos con una persona que es de naturaleza infiel, va a seguir siéndolo tanto si borra su perfil como si no. Hay múltiples lugares donde seguir echando el anzuelo: el propio barrio, el lugar de trabajo, los amigos de siempre, el medio de transporte o el supermercado donde se hace la compra.

Por otro lado, que alguien a quien apenas conocemos y nos conoce, nos pida (o, en el peor de los casos, exija) que cortemos algo de nuestra vida, es razón suficiente para que mantengamos algunas alertas activadas. Tras esa desconfianza puede esconderse un problema de celos patológicos o un primer tanteo de control de la pareja. Cualquiera de los dos son malos indicadores de un futuro éxito en la relación.

Lo ideal sería que, con quien estamos, no nos lo pidiese, y fundamentase la relación en lo que va ocurriendo día a día, en los compromisos, la complicidad y la proyección hacia el futuro. Pero, si nos lo piden, nuestra recomendación es no acceder a tal petición. Borrar nuestro perfil es algo que debemos de hacer por una convicción personal, en el momento que nos parezca más oportuno, y no algo que accedamos a realizar para calmar las inseguridades de alguien que, todavía, no es nadie en nuestra vida.

Colaboración de Mila Cahue para MeeticAffinity.

A %d blogueros les gusta esto: