Os dejo a continuación el artículo en el que he colaborado para ABC.es junto con la periodista Laura Peraita, sobre el tema de los celos…
Celos. A nadie le gusta hablar de ellos, bien por la vergüenza de reconocer que uno mismo los siente, o por la presión que se padece cuando se vive bajo el mismo techo que un celoso.
Los expertos en relaciones de pareja advierten que los celos son un sentimiento humano, natural, como la tristeza, la preocupación… Siempre se han relacionado con el amor por tradición y han sido ensalzados por la labor de los poetas a lo largo de los siglos.
(…)
Explica que cuando los celos patológicos aparecen en la relación para quedarse, lo más probable es que el miembro de la pareja que se intenta dominar desaparezca. «La falta de confianza mina la autoestima, es fuente de frustración continua y, literalmente, se convierte en un «sinvivir». Las explicaciones que no se daban a los padres las exigen las parejas y, lejos de producirse una relación entre iguales, quien sufre de celos patológicos intenta controlar cada uno y todos los aspectos de la vida de su pareja, convirtiéndola en una auténtica celda de tortura. Algo más parecido al horror que al amor».
(…)
Para Mila Cahue, siempre resulta difícil determinar dónde se pone el «nivel» que asegurar: «a partir de aquí, se trata de abuso psicológico». En su opinión, depende mucho de la capacidad de aguante de cada persona, de lo que se busca en la relación, de la capacidad para salirse de una relación tóxica o incluso para vivir solos.
«En general, como con cualquier otra situación en la que intervienen personas, el límite ha de ponerse cuando se percibe un daño moral, psicológico y, a veces, físico —puntualiza—. Nada en una relación afectiva justifica el daño que se causa al otro, pues esto es lo antagónico al amor. Cuando comienzan las culpabilidades, los reproches, el control de la vida, la confiscación de teléfonos, llamadas o correo; los insultos y las acusaciones basadas en la imaginación de quien las pronuncia, en vez de en evidencias reales, es el momento de hablar claramente con la pareja y, en la mayoría de los casos, dar por terminada la relación. Los celos patológicos tienen una curación larga y difícil, pues hay que cambiar toda una forma de percibir la realidad y de sentir sobre uno mismo y los demás, que no todos están dispuestos a afrontar».
Fuente:
http://www-origin.abc.es/familia-parejas/20130409/abci-celos-pareja-201304011602.html