Dra. Mila Cahue

Bienvenidos a mi página web profesional/Welcome to my professional webpage

¿Cuántas veces hay que quedar para encontrar su media naranja?


¿Otra vez vas a quedar con alguien?¿Pero no te cansas de preguntar siempre las mismas cosas, de escuchar historias para nada, y de tener que contar tu vida una y otra vez sin saber muy bien por qué y para qué? Las personas que están felizmente emparejadas no entienden muy bien por qué sus amigos o amigas quedan una y otra vez con gente que han conocido en la red, y siguen intentándolo después de múltiples citas sin un buen final.

Existe una extraña percepción de que encontrar el amor es fácil, que es algo que ocurre a la primera, o que no hay nada que especial pues boda y mortaja, del cielo bajan.

Muchas personas se sienten raras, o incluso ridículas, por estar intentando encontrar a su media naranja en la red. No es que se sientan incompletas sin alguien especial pero, definitivamente, la vida es más bonita en buena compañía. Estar solo puede ser una elección, pero por lo general se trata de una situación que se aprende a llevar mejor o peor, según la manera en que lleva cada cual la soledad.

Con las parejas que se forman en la red ocurre como con tantas otras cosas en la vida: una vez que se consigue, los demás se fijan en el resultado, no en lo que ha tenido que hacerse para conseguirlo. Tengo una amiga que encontró a su actual marido por Internet. Yo he quedado ya con cinco personas, y no he llegado a nada con ninguna de ellas. Creo que lo voy a dejar. Esto es demasiado trabajoso, es un mercado, etc, etc, etc… Con este tipo de actitud, es normal que no se encuentre a nadie que merezca la pena en Internet (y probablemente en ningún otro lado).

¿Y cómo lo hacen las personas que tienen la suerte de encontrar a su media naranja a través de la red? Definitivamente, con otra mentalidad. El objetivo no es dar en diana a la primera, sino encontrar a alguien para formar pareja. Y para eso se quedan las veces que haga falta o que sean necesarias.  La amiga de nuestra amiga, hoy felizmente casada desde hace más de dos años, estuvo tres quedando con gente. Al principio, se lo tomaba más a pecho, se disgustaba más, hasta que le cogió el truco a la cuestión, y dejó de perder el tiempo en personas que no le aportaban nada; dejó de intentar caer bien y de ser maja; dejó de ceder ante las insistencias de los que querían con ella algo más de lo que ella estaba dispuesta a dar. Siguió siendo una mujer encantadora, pero delimitó los cafés a tres cuartos de hora.

En las primeras citas hablamos demasiado, parece que estamos vendiendo algún producto (nosotros) en vez de establecer algún tipo de relación con la otra persona. Nos olvidamos de que el 80% de la comunicación en esos momentos es no verbal. Nos fijamos en los ojos, en la mirada, en lo paraverbal (tono, ritmo, volumen, etc.), en la postura, en lo que nos transmite la otra persona, no en lo que nos cuenta. En la quinta cita nos olvidamos de lo que nos contó el de la primera. Solamente sabemos si nos gustó o no. Por lo tanto, no hace falta hablar de demasiadas cosas. Unas cuantas, las que se os ocurran ese día (cualquier tema de actualidad vale), y fijaros en si estáis cómodos con esa persona, si tiene ese algo que os hará volver a quedar con ella.

Los más expertos en la red quedan hasta con tres personas al día (apenas un café de media horita). Con educación, con respeto, pero también con eficacia. No hace falta llegar a tanto, pero utilizar Internet para quedar con dos personas al año, no es lo más eficiente.

Otras, quedan con varias personas a la vez en plan grupo. Elige tu opción, pero no dejes pasar la oportunidad de conocer gente nueva.

Colaboración de Mila Cahue para MeeticAffinity 

A %d blogueros les gusta esto: