Dra. Mila Cahue

Bienvenidos a mi página web profesional/Welcome to my professional webpage

Aprender a utilizar la mente para relacionarse mejor


Internet es un valiosísimo instrumento con el que contamos para acceder a múltiples servicios y relaciones que necesitamos en nuestra vida cotidiana. Detrás de cada herramienta se encuentra la mente dispuesta a utilizarla de una manera eficaz, aunque a veces se ponen en marcha estrategias inconscientes que parecen dificultar la consecución de los objetivos que nos proponemos en un momento determinado.

Uno de los mecanismos que utiliza nuestra mente es la atención. La atención es como un teleobjetivo que enfoca y desenfoca, que agranda o minimiza la imagen según la necesidad. Digamos que se abre y se cierra según se necesite analizar el detalle o el conjunto.

Aunque por lo general no utilizamos la atención de manera consciente, es bueno saber cómo funciona para dejar que vaya en automático o aplicar el modo manual o consciente. La atención se va a mover atendiendo a necesidades (físicas, mentales o emocionales), deseos u objetivos. A veces no sabemos muy bien por qué nos fijamos (atendemos) a cierto tipo de personas, pero sin duda existe alguna razón archivada en nuestra mente que hace que el objetivo enfoque en ciertos elementos de nuestro ambiente. Si se trata de situaciones que nos desagradan, pueden ser cuestiones no resueltas para las que el cerebro pide una solución, que resulte ser tan básica como poder enfadarse cuando ocurren ciertos eventos, o incluso decirle a alguien “cuatro cosas” porque en su momento no pudimos decirlas a quien realmente nos molestó. También puede tratarse de situaciones para las que no tenemos recursos que nos permitan afrontarlas, nos producen cierto temor, y que el cerebro detecta en seguida como con una especie de radar, de alarma, pero que luego uno no tiene claro cómo resolver. Cuando en lo que se fija el cerebro es en situaciones que nos agradan, está simplemente utilizando un recurso sencillo para darse unos momentos de bienestar. Cuanto más entrenado esté el cerebro en detectar estas fuentes a su alrededor, mejor se sentirá la persona.

Otro instrumento de nuestro cerebro es el lenguaje y el pensamiento. Los pensamientos no son cosas que pululan por el aire y nos atrapan, sino que son producto de nuestra creación, consciente o inconsciente. Por lo tanto, igual que los creamos, podemos descrearlos. En realidad, podemos moldearlos de la manera que mejor nos parezca. Cuando utilizamos palabras de contenido y forma positiva, nuestro pensamiento se hace más constructivo, y como consecuencia también lo serán nuestras conductas. Ocurre de la misma manera si lo hacemos con palabras de contenido y forma negativa, pero las consecuencias suelen ser destructivas de alguna manera.

Por lo tanto, si nos descubrimos pensando “no me puedo quitar (algo) de la cabeza”, la mejor manera de hacerlo es distraerse y, cuando se consigue estar más relajado, modificar ese pensamiento hasta que la sensación que nos produzca sea de tranquilidad. Si se trata de algo para lo que el cerebro necesita una solución, lo mejor es centrarse (atender) a las posibles soluciones en lugar de quedarse enganchado en el propio problema o, peor aún, en a quién hay que echarle la culpa. El pensamiento y la emoción se alimentan recíprocamente, y cuánto más fuerte sea ésta, más difícil será controlar el pensamiento, por lo que es preciso trabajar con ambas a la vez: modificando la emoción (llevándola hacia la tranquilidad), nos será más fácil remodelar el pensamiento; trabajando con el pensamiento, haciéndolo más positivo o resolutivo, conseguiremos que nuestras emociones no se disparen.

 

Además, el cerebro suele utilizar varios atajos para resolver pequeñas cuestiones del día a día, que normalmente resultan muy eficaces, pero otras veces nos complican la existencia. ¿Te reconoces en alguno de los que te presentamos a continuación? Si es así, identifícalo y cámbialo tal y como te sugerimos:

Atajo mental 1 Inferencia arbitraria o montarse la película

Situación “Manoplas19 (usuario ficticio) no ha contestado a mi correo” (dato objetivo)

Pensamiento “Seguro que no le he gustado, o ha leído mi correo y han pensado que de qué voy” (vamos en aumento) “o puede que incluso haya comentado con sus amistades lo que le he escrito y se haya reído un rato. Si ha hecho eso, que le den”. (Menudo mal rato acabamos de darnos simplemente porque Manoplas19 no ha contestado. ¿Y si no lo ha recibido?¿Y si a los dos días nos contesta? (¿Podéis imaginaros el correo que va a recibir?)¿Y si se ha dado cuenta de que hay poca afinidad y de que no merece la pena contestar (qué inteligente)?

Solución “Manoplas19 no contesta”. (Punto final). “Ya contestará, y, si no lo hace, “el siguiente, por favor”.

Atajo mental 2 Lector de mentes o saber lo que el otro está pensando

Situación “Tengo que escribir a Manoplas20 (usuario ficticio). Me gusta bastante su perfil”.

Pensamiento “Si le escribo yo primero va a pensar que de qué voy. Igual piensa que voy de sobrado/a.”

Solución “Tengo que escribir a Manoplas20 .Me gusta bastante su perfil. Un mensaje no muy largo, que me amplíe alguna característica de su perfil. Si no me contesta, bien; si me contesta y no es tan agradable como pienso, no responderé; si me contesta y es agradable, ¡tanto mejor!”.

Atajo mental 3 Pensamiento dicotómico o las cosas son en blanco o en negro.

Situación “Me estoy escribiendo con alguien que me gusta”

Pensamiento “Ya verás como esta vez sí que sí, seguro que es mi media naranja y voy a apostar por esta relación hasta el alma”

Solución “Me estoy escribiendo con alguien que me gusta. Vamos a conocernos más, a quedar. Ojala vayamos avanzando en la relación, pero si no, estará bien y nos despediremos sin que ninguno de los dos se sienta mal”

Atajo mental 4 Error del adivino o saber lo que va a pasar en el futuro

Situación “Me estoy escribiendo con alguien que me gusta”

Pensamiento “Igual quedamos y nos gustamos más. Incluso es posible que nos vayamos a vivir juntos, pero seguro que acabaremos fatal, como me suele ocurrir siempre. Casi mejor que voy a ir cortando ya, porque seguro que me sale mal”

Solución (la misma que para el Atajo Mental 3) “Me estoy escribiendo con alguien que me gusta. Vamos a conocernos más, a quedar. Ojala vayamos avanzando en la relación, pero si no, estará bien y nos despediremos sin que ninguno de los dos se sienta mal”

Como veréis, aprender un poquito más a manejar por dónde divaga la mente te ayudará a conseguir más rápidamente y de una forma más eficaz los objetivos que te vayas proponiendo, sin caer en ciertas trampillas que nos pone nuestro propio sistema.

Colaboración de Mila Cahue para MeeticAffinity

A %d blogueros les gusta esto: