Dra. Mila Cahue

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¿Quieres que te relación de pareja dure? Déjate guiar por tus emociones


Malas noticias para los que defienden que el amor no dura, que solamente merece la pena la etapa primera del enamoramiento; y buenas noticias para los que saben que, después de muchos años de relación se puede y se suele estar más enamorado de su pareja que el primer día.

Y no se trata tan sólo de ideas románticas, sino de emociones medibles y que han sido monitorizadas utilizando tecnologías de última generación, como la resonancia magnética. De hecho, cuando se han observado los resultados en parejas que se han formado recientemente, y parejas que se declaraban enamoradas tras muchos años de relación, no solamente la actividad cerebral en ambos casos era evidente, sino que, en los casos de parejas consolidadas, además se activaban muchas más áreas cerebrales, por no decir prácticamente todas.

Las áreas más importantes implicadas en esta activación tienen que ver con los circuitos que segregan dopamina, una sustancia que también responde ante estímulos como la comida, el alcohol, el dinero, o algunas drogas como la cocaína. ¿Qué implicaciones tiene todo esto?

Por un lado, sabemos que cuando uno está enamorado estos circuitos son los que se activan y nos proporcionan las sensaciones placenteras asociadas al hecho de haber conocido o estar con alguien especial. Esto ocurre de manera inconsciente, y simplemente nos dedicamos a sentir lo que está ocurriendo en diferentes áreas de nuestro cerebro.

La buena noticia es que, sabiendo que la dopamina tiene que ver con los estímulos novedosos y con el refuerzo, podemos activarlos de manera consciente para obtener el mismo tipo de sensaciones, o incluso mejorarlas. Es decir, realizando actividades excitantes, o nuevas, bien sea una excursión en canoa, un curso de buceo, coger el primer avión que salga del aeropuerto o un paseo a medianoche con esa persona especial, ésta quedará asociada a emociones que nos hacen sentir bien.

Y si apuramos un poco el tema, ni siquiera hace falta realizar actividades exóticas o elaboradas que necesitan mucho tiempo de nuestro ingenio y energía, sino que algo tan sencillo como las relaciones sexuales tiene el mismo efecto. No hace falta nada especial tampoco en este sentido. Activar los circuitos sexuales más básicos muchas veces es más que suficiente para que se mantenga la sensación de refuerzo capaz de mantener una relación a lo largo de los años.

De hecho, las parejas que se mantienen en el tiempo y que se declaran enamoradas de sus parejas, también manifiestan una actividad sexual regular (con un nivel de adaptación que no tiene por qué significar necesariamente mucho, sino que se refiere a que el deseo por ambas partes está equilibrado, sin que la balanza se incline hacia uno u otro lado), y satisfactoria (es decir, han encontrado la manera de comunicarse íntimamente atendiendo a las necesidades y deseos de ambos).

¿Qué quiere decir todo lo anterior? Pues que, por mucho que intentemos planificar, pensar, idear, crear estrategias, razonar, etc., una relación amorosa, al final nos regimos por circuitos que suelen ser mucho más básicos que cualquier libro o manual para encontrar o mantener pareja.

Los circuitos asociados a las necesidades más básicas de nuestro organismo están directamente implicados tanto en el enamoramiento como en el hecho de que una pareja perdure, y todos ellos, todas esas mariposas que uno siente en el estómago, son el lenguaje con el que nuestro cerebro nos indica que le gusta la experiencia que está teniendo, aunque simplemente sea pasear de la mano o estar abrazados viendo la tele.

Serás feliz con la persona con la que te sientas bien. A veces elegimos atendiendo a razones que nuestros circuitos dopaminérgicos no entienden.

Colaboración de Mila Cahue para MeeticAffinity 

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