Hoy os traigo este artículo de la mano de la periodista Raque Alcolea, y hacemos un repaso de las señales que te darán una pista de si tu pareja tiene todavía interés por ti, o no.
Antes de nada, un mini manual de uso para leer este artículo: son todas las que están pero no todas son necesarias ni tampoco están todas las que son... Sin duda cada persona vive el enamoramiento de una forma muy particular y lo expresa de un modo distinto. Así, tal como explica Marián Frías, psicóloga, sexóloga experta de pareja, expresarlo de una forma más abierta no indica necesariamente que se sienta más. «A algunas personas más tímidas o reservadas les cuesta expresar lo que sienten de una manera abierta», comenta. A pesar de esa indivudualidad, Marián Frías detalla que todos los que alguna vez se han enamorado, pueden verse reflejados en alguna de estas señales:
Muchas de estas señales son las que cita también Ana Belén Rodríguez Fernández, psicóloga y sexóloga especialista en terapia de pareja y miembro de Saluspot, quien además hace hincapié en estos aspectos:
Las conversaciones en la pareja, las expresiones emocionales y la escucha son la clave para determinar la calidad de una relación, según explica Patxi Rocha del Cura, coach formador en la Escuela de Coaching y psicólogo. Para el experto, la capacidad de hablar de los conflictos y de no soslayarlos es una muestra de la preocupación por la relación y por el otro. «El conflicto no es sino una conversación pendiente, por lo que el hecho de tratarlo de forma abierta puede que no exima del dolor y de la rabia, pero sin duda son emociones menos dañinas que el silencio. El silencio es la ‘conversación’ que más transmite la incapacidad o dificultad de hablar de lo que nos pasa y la desidia por conversar con el otro», argumenta. Algo similar sucede con la expresión de las emociones. El hecho de que en nuestra convivencia haya espacios para ello implica que, ante cualquier enfado o discusión se comunica al otro cómo te hace sentir eso, en lugar de quedarte en la conocida expresión de juicios. Igualmente importante es poner sobre la mesa las cosas positivas. «Frases como ‘me siento feliz’, ‘estoy a gusto’, ‘me encantas’ y cualquiera que exprese la emoción sobre dónde estoy tanto conmigo como con la pareja, nutre la relación, que así deja de moverse en el mundo de los supuestos y los silencios», revela el autor del libro ‘Coaching para el amor’.
PATXI ROCHA DEL CURAFormador la en Escuela de Coaching
En cuanto a la escucha, Patxi Rocha se muestra convencido de que es uno de los componentes más importantes del amor. «La escucha empática (capacidad de captar y comprender las emociones e ideas del otro sin juzgarlas) posibilita una relación profunda y comprometida. Puedo escuchar y aceptar y al mismo tiempo tener una posición diferente. Esta actitud es extremadamente valiosa en una pareja porque si soy capaz de hacerlo, salgo de mi marco de referencia para ponerme en el del otro», detalla el experto.
Por lo general, como opina Mila Cahúe, psicóloga y autora del libro ‘Amor del bueno’, se trata más de una cuestión de actitud que de apariencia. Gestos cotidianos como acordarse de algo que os apetece hacer juntos o de algo que nos gusta, tener una palabra amable cuando lo necesitamos, querer comprendernos, esa llamada para comentar algo que sabe que nos interesa, acompañarnos en los momentos difíciles… «Podríamos definirlo como ‘que está mirando hacia ti o hacia vosotros’. Cuando la pareja está ‘mirando en otra dirección’, sus sentimientos probablemente también».
«El flechazo fue instantáneo y cayó entre mis brazos…», cantaba Ana Torroja en los 80. Y aunque ella no era neurocientífica, sabía algo importante: apenas se necesita la quinta parte de un segundo para enamorarse.En ese momento se produce una explosión química que actúa desde el cerebro en todo el organismo, según explicaEnrique Jurado, coach y experto de D’arte Formación: «Al mirar a un ser querido o pensar en él estas áreas liberan un cóctel de neuro transmisores en el cerebro, incluyendo la oxitocina, la dopamina, la vasopresina y la adrenalina. El cerebro recibe un chute de dosis de amor más fuerte que la cocaína (y mucho más beneficioso para la salud)». Sin embargo, estos ‘chutes’, según el nombre que les da Jurado, apenas duran en el tiempo… La buena noticia es que son los catalizadores para generar otras experiencias que son las que van a desembocar en relaciones sanas y duraderas de pareja. Así, todas las buenas relaciones necesitan crecer y evolucionar de una forma sincronizada. Y para ello es importante conocer las «reglas del juego» que nos ayuden a mantener una relación fuerte:
15 pequeños detalles que sí importan
El acercamiento afectivo es otra señal física inequívoca. «El cuerpo habla y el deseo de contacto cuerpo a cuerpo es un signo de enamoramiento. La actitud de implicación emocional y de interés por la vida y los proyectos de la pareja son también producto del enamoramiento. Todo lo que contribuya a construir y enriquecer el vínculo de una pareja puede ser consecuencia del enamoramiento y la implicación», explica Manuel Fernández Antón, psicólogo y sexólogo clínico, autor de ‘100 preguntas sobre sexo’. En este sentido, el experto detalla que hay que distinguir el enamoramiento inicial, el flechazo, del enamoramiento de la pareja estable: «Son dos intensidades y modalidades diferenciadas. El primero tiene un componente hormonal más intenso mientras que el segundo se pone de manifiesto en el día a día en las diferentes señales que estmos analizando. Y este último depende más de la voluntad y de la actitud».
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