Lejos de ser algo superficial o banal, el regalo puede ser un momento de gran y profunda satisfacción o de humillación indeseada. No hay nada que siente peor que un regalo a destiempo, ni nada que una más que un detalle bien pensado y en la justa medida.
¿Por qué unos regalos entran muy bien y otros francamente mal? Hacer regalos es un arte, y recibirlos no tiene por qué ser necesariamente una obligación.
A veces la inversión personal (también se regala el cariño, el respeto, el tiempo,…) es mucho más efectiva que la económica y… también mucho más barata.
Te invitamos a ver el siguiente video para saber más.
Colaboración de Mila Cahue para MeeticAffinity
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