Si tu pareja funciona perfectamente, no necesitarás ningún consejo, o quizás lo que vayamos a sugerir te dé alguna idea. Pero si tu pareja está algo “delicada”, es mejor no desaprovechar la oportunidad que brindan estas semanas de ruptura con lo cotidiano para que la relación se consolide, en vez de hacer aguas, como suele ser habitual tras estas fechas, tal y como demuestran los porcentajes de tramitaciones de divorcio y consultas a especialistas de pareja tras la parada estival.
Normalmente, se trata de un periodo en el que va toda la familia junta, se van a pasar proporcionalmente muchas más horas conviviendo con los niños, con otros amigos, etc.; se añade el factor, por un lado, de las ganas de descansar después de todo un año de trabajo y, por otro, la ilusión por hacer cosas distintas que precisamente rompan la rutina de tantos días iguales unos a otros.
Os vamos a proponer algunas pautas para que evitéis situaciones conflictivas, y también para que el verano finalmente resulte una experiencia maravillosa en pareja:
1.- Antes de salir, organizar y tener más o menos claro cómo se van a distribuir los días (horarios, etc.), que pueden tener una cierta flexibilidad: cuál es la hora de levantarse, si se va a comer en casa o fuera (o cuántos días en cada situación), cuál es el horario previsto de playa o excursiones, si va a haber siestas o no, el tiempo dedicado a los amigos, etc.
2.- Antes de salir también, repartir responsabilidades (quién ducha a los niños, quién hace los desayunos, quién se encarga de la compra/comida, quien pone la lavadora o saca el lavaplatos, quien está con los niños durante la siesta-si estos no se duermen- o cómo se reparten por días, etc.)
3.- Si hay actividades discrepantes, es decir, las que cada uno quiere hacer y al otro le resultan insufribles o aburridas, poner sobre la mesa qué es lo que quiere hacer cada uno, cuánto tiempo le quiere dedicar al día o la semana, y luego analizar cómo se integran ambas actividades en un horario compatible para ambos, y a la vez satisfactorio. Por ejemplo: Ana quería jugar al pádel con sus amigas todos los días. Esa actividad le llevaría unas tres horas, incluyendo el partido y el refresco posterior. Marco era un apasionado del submarinismo y quería dedicarle al menos tres días a la semana, pero era una actividad que llevaba más tiempo. Organizaron las tareas para ver de qué manera quien se quedara sólo con los niños no estuviese sobrecargado y, lo más importante, cada una de esas actividades se cerrara con alguna actividad conjunta. Por ejemplo: Cuando Marco volviese de bucear se irían todos a tomar un helado con los amigos de la urba; o después de los partidos de pádel de Ana se bajaban todos juntos a la playa. Así, las actividades de ambos eran satisfactorias para los dos, a la vez que se integraban y formaban parte de los acuerdos y la vida de pareja.
4.- Dedicar un tiempo especial a la pareja. Normalmente recomendamos que a lo largo del año, especialmente las parejas con niños, dediquen un día a la semana, o como mínimo uno al mes, para hacer alguna actividad de los dos solos, sin que estén los hijos implicados. Tanto si se ha podido hacer como si no, las vacaciones son el momento ideal para dedicarse un tiempo en el que podamos demostrar a nuestra pareja que todavía es la persona de nuestra elección, que queremos seguir juntos, y que nuestra apuesta es por ella. Puede ser tanto una cena romántica, como alguna actividad significativa para los dos (aunque sea tirarse en paracaídas), o paseos diarios por la playa dedicados el uno al otro.
5.- Si durante el año se han acumulado “flecos”, no hay que dejar pasar la oportunidad de deshacerse de ellos durante el verano. Lo mejor es hablarlos con calma y, sobre todo, con ánimo de encontrar soluciones en vez de culpables. Es importante que, para cada tema que se saque, se planteen al menos dos o tres alternativas de solución por ambas partes, para que finalmente se pueda llegar a un acuerdo satisfactorio para ambos, y se pueda afrontar la nueva temporada con unos compromisos renovados, y una nueva ilusión para la pareja.
6.- En el caso de que las familias políticas sean “el problema”, habrá que determinar cuánto y cuándo se les visita o se les recibe. Este tema tiene que estar negociado entre la pareja de antemano, pues se trata de una cuestión muy delicada en la que alguno de los dos podría sentirse herido con facilidad. Ambos tienen que cumplir con lo pactado. Si sigue habiendo desacuerdos, se hablan hasta que se llegue a situaciones lo más satisfactorias posibles para ambos. Estos acuerdos pueden ser del tipo: “Vamos a comer y a las 5 nos marchamos”; “Vamos a comer y a las cinco yo me marcho y te paso a recoger a las 10”;”Os llevo a la playa y a las 2 os paso a buscar”; en el peor de los casos, “ te acerco y, cuando te venga bien me llamas y te paso a buscar”. Es importante que cualquiera de estas acciones se cierre de nuevo con alguna actividad conjunta. O se va a dar la pareja un paseo, o se van al cine, o a cenar, etc. Es decir, que aunque hayan hecho algo separado, sea algo acordado y de pareja, y se termine juntos.
7.- Si los amigos son “el problema”, se actuará de la misma manera que con las familias políticas.
8.- Dedicarse esos detalles y gestos especiales para los que no hay mucho tiempo durante el resto del año, es fundamental. Cocinar para el otro, llevarle a algún lugar de su preferencia,… en fin, recordarle y hacerle sentir que uno tiene todavía interés por lo que le hace feliz, y que está dispuesto a proporcionárselo. Sentirse especial para el otro, y que esto sea recíproco, es uno de los fundamentos que mantienen “vivas” a las parejas.
9.- Dedicarle MÁS TIEMPO al amor, tanto al romántico como al apasionado.
10.- Reírse, pasarlo bien, divertirse, HACER REIR AL OTRO.
Importante recordar: ESTAR EN PAREJA NO ES ABURRIDO. LO SERÁ SI SON ABURRIDAS UNA O LAS DOS PERSONAS QUE LA FORMAN. Así que, reajustar los hábitos de pareja, darles ese toque diferente en verano, lejos de desembocar en una separación indeseada, puede suponer finalmente una pareja aún más consolidada.
Colaboración de Mila Cahue para MeeticAffinity