Para muchos lo de meterse a internet para buscar pareja puede ser, desde un jeroglífico que no hay quien entienda, a un regateo en un mercadillo barato, o una entrada en un espacio vertiginoso en el que se puede llegar a tener la sensación de perder el control.
Lo que hagamos con nuestra experiencia con internet, depende en gran medida de nosotros, pero también te damos las siguientes sugerencias para que puedas convertir tu experiencia en algo positivo…
Colaboración de Mila Cahue para MeeticAffinity
ARTICULO RELACIONADO
Somos conscientes de que, para muchas personas, adentrarse en la red y ponerse manos a la obra en la tarea de buscar pareja, puede producirles desde una sensación de vértigo ante lo desconocido, a otra de fatiga por intentar quedar bien con todo el mundo. Pasando por los que lo viven como quien va a un mercado a buscar patatas, y a su vez se sienten como un producto de mercadería, ganga o regateo, al que no están acostumbrados y les produce una cierta incomodidad. En realidad, buscar pareja en la red puede resultar la experiencia que tu decidas que sea. Es verdad que puede ser todo lo que hemos dicho anteriormente, y mucho más. Ahora te proponemos que, si te apetece, conocer gente sea como estar en una fiesta en la que saludes a otros, conozcas los nombres de personas a las que quizás no vayas a volver a hablar, y acabes bailando con los que tocan al mismo son que lo haces tu.
Pretender encontrar pareja con las primeras personas que se intercambian correos o con las que se queda puede resultar tan difícil o frustrante como intentar dar en la diana la primera vez que se tira con arco y con flecha. La actitud inicial mas adecuada es la de a ver quien hay por aquí, que quieren y como se presentan. Igual que en una fiesta, lo mejor es entrar con una sonrisa, dirigirse a los que más nos atraen o dejar que se acerquen los que mas nos gusten. Raras veces nos quedamos hablando durante toda la velada con la primera persona que conocemos al entrar, y si es así, va llegando el momento de cambiar de estrategia y de abrirse, al menos en los primeros momentos, a charlar con unos y con otros, a bromear, filosofar, a intercambiar opiniones sobre aficiones o tendencias personales, que nos permitan ir decidiendo con quien vamos a pasar mas tiempo y de quien haya que empezar a pasar. Y esta bien. Seguimos en esta primera etapa en la que podemos quedar con varias personas, en distintos sitios, o en actividades diferentes, enriqueciéndonos con la compañía de otros y aportando nuestra originalidad para quien sepa valorarla. Es importante no pretender, todavía, echar la red sobre alguien que nos haya caído mejor, ni permitir que ocurra con nosotros. Todavía queda mucho por conocer y, es verdad, hay tanta variedad que ¿por qué no buscar lo más parecido a esa persona con la que siempre hemos soñado, en vez de plantarse a la primera de cambio?
Yo no valgo para esto… Este trajín con unos y con otros me descompone…Se me hace difícil hacer malabares con mas de dos bolas en el aire… Relacionarse bien con otras personas no es tanto una cuestión de talento innato, sino de práctica, de ganas y de perseverancia. Como todas las habilidades que tienen que aprenderse, uno se equivoca, desafina, y vuelve a intentarlo hasta que todo empieza a ir mas fluido, y a medida que va resultando mas fácil, también se va volviendo mas placentero y divertido.
En esta primera parte de la fiesta, hay que marcarse claramente, de acuerdo con los propios deseos y necesidades, cual es la frontera en la que se van a poner los limites en los que uno se encuentre no solamente cómodo, sino en los que le este mereciendo la pena el tiempo y la energía que se esta invirtiendo en ello, sin adentrarse aun en intimidades que se dejaran para las personas con las que se haya creado el espacio de confianza y afinidad que nos hagan sentir seguros.
Colaboración de Mila Cahue para MeeticAffinity